POR LA SENDA DE JUAN CHILES
Es de
gran importancia para el Resguardo Indígena de Chiles, hacer memoria de la
vida, la obra y el pensamiento del cacique Juan Chiles, un hombre poderoso,
sabio sin fronteras, que tenía la suficiente fluidez en el andar para atravesar
múltiples tiempos y espacios, reclamando los derechos de la comunidad; un
hombre valeroso que hizo historia a través del esfuerzo, resistencia y lucha,
que supo defender el territorio del resguardo y los derechos de la comunidad.
Tres son los principios fundamentales del pensamiento pedagógico de
Juan Chiles:
1. LABRAR CORDEL. Que significa hacer las cosas bien, con rectitud y
que sirva para la vida.
2. DESATAR LA LETRA QUECHUA. Significa conocer y desatar la hebra de la
vida, la comunicación con otros pueblos a través de la lengua Quechua.
3. SABER LEER LAS ESCRITURAS DE CARLOMAGNO. Significa conocer la idea,
leyes y pensamiento de otros pueblos.
Transcurriendo los años de 1.700, anduvo por este mundo Don Juan
Chiles, los documentos coloniales dicen que era: "un indio principal y
natural del pueblo de Cumbal, principal de Parcialidad de Nazate, ayllu de
Chiles, legítimo heredero del derecho y posesión de estas tierras dejadas por
Doña Graciana Yaguarana y Doña Micaela Chiles Cuatín Aza".
Andaba por Chiles, Panán, Cumbal, Mayasquer. Recorrió los lejanos y
ásperos caminos de Quito, Popayán y Santafé de Bogotá, reclamando los derechos
humanos y comunitarios. Cuidaba los páramos, desde el Galeras hasta el Ecuador.
Salí y entraba, era cotidiano y extraordinario, por el Chiles se internaba,
siguiendo la espiral de frailejones hacia el jardín de la salud y la sabiduría.
Juan Chiles, en la vida política fue un gran luchador por la defensa de
la autonomía y el territorio, por los derechos andino indígenas. Luchó sin
cesar como decía el: "Los embates de la ambición", tanto del Estado y
el gobierno colonial, como de los particulares. "Montañeses unos,
españoles otros", entre los anaqueles de las autoridades coloniales hoy
convertidos en archivos de juzgados, notarías e instituciones culturales. Se
acumulan también experiencias y enseñanzas de las confrontaciones con los gobiernos,
los Pazmiño, los Erazo, los Trejos, Los Revelo y otros, que durante siglos han
azotado estos territorios hasta hoy pleitos, en los cuales conoció más de cerca
los vejámenes y las humillaciones: el cepo, los azotes y la cárcel. Fue testigo
del ahorcamiento en Cumbal de Don Cristóbal Panan y Don Manuel Cuasquer en
1741, luchadores contra los Erazo, recuperando las tierras de Guamialamag.
Entonces cuando vivió aquí, sufrió también los rigores y las soledades
que genera la dominación, sin embargo, supo convertir el dolor en arcilla para
moldear mejor sus enseñanzas y su sabiduría. De experiencia y sabiduría dejó
regadas como semillas muchos pensamientos, los que se mantienen en los archivos
coloniales, en la memoria y el subconsciente comunitario.
Así mismo sustentó con gran propiedad lo que hoy y el movimiento
indígena del sur occidente colombiano denomina el Derecho Mayor, razón y
fundamento de la autonomía y el derecho territorial. En uno de sus apartes su
vigencia se hace presente en los siguientes términos:
"Retrotrayéndonos a los tiempos más remotos de nuestra existencia
de antepasados, resultan perfectamente contestables todos los derechos de los
primeros pobladores de Chiles… derechos adquiridos legítimamente por la cacica
Micaela Chiles Cuatín Aza, que los poseyó durante su vida y los dejó después de
ella a sus legítimos descendientes, ellos sostenían sus derechos luchando sin
cesar, contra los embates de la ambición de unos y de otros…
Estos y otros argumentos de Don Juan Chiles, se convierten hoy en los
pilares del pensamiento político-jurídico que sustenta al interior de la
comunidad y hacia el exterior, de allí la razón y justicia de este movimiento
que desde finales de la década de los setenta viene desarrollándose con
amplitud y profundidad.
Es la razón, así mismo por lo cual el sentimiento andino le revive al
ritmo de la canción:
"Don Juanito Chiles anoche llegó
Y a las cuatro y media se levantó,
Se fue para el baño, ya desayunó,
Y para el juzgado pronto se marchó.
Y a las cuatro y media se levantó,
Se fue para el baño, ya desayunó,
Y para el juzgado pronto se marchó.
En mil setecientos muy fácil ganó,
Ni un tal abogado necesitó.
Con Pablo Revelo se puso a pleitear
Y al primer revuelo lo hizo revolcar.
Ni un tal abogado necesitó.
Con Pablo Revelo se puso a pleitear
Y al primer revuelo lo hizo revolcar.
Virginia de Coboa pidió apelación,
Pero con Juanito no hubo solución,
Fue notificada, no se presentó,
Y a los quince días de pena murió.
Pero con Juanito no hubo solución,
Fue notificada, no se presentó,
Y a los quince días de pena murió.
Un gallito fino que sabe pelear,
Solo con mirarla la hace cacarear,
Todo el que se mida con él a pleitear,
Con Juanito Chiles se va a equivocar".
Solo con mirarla la hace cacarear,
Todo el que se mida con él a pleitear,
Con Juanito Chiles se va a equivocar".
Pero saber "Desatar la letra quechua, saber leer las escrituras de
Carlomagno, saber labrar a cordel y ser como el agua, la espuma y el río,
fueron quizá los fundamentos de su pensamiento y de su vida que nos dejó como
herencia, para caminar por el mundo y seguir sus huellas, sobre todo cuando a
uno se le van terminando las fuerzas, lo saberes y poderes, cuando éstos ya no
responden para los desafíos de la vida, o en fin, para reeducar las almas con
vistas al reencuentro, la orfandad espiritual de nuestro tiempo.
Don Juan Chiles fue un gran hombre, tal vez un hombre síntesis:
síntesis de una aldea, de un pueblo, de una generación, de una tradición, de
una cultura, de una experiencia y un pensamiento desde los Andes, del hoy sur
de Colombia.
Una experiencia y un pensamiento con un gran grado de sistematización
muy particular, propio de los pueblos milenarios verdadera síntesis de lo múltiple
y lo diverso, de los temporalmente perenne y universal. Síntesis de estos
espacios, tiempos y poderes.
Como todos los caciques y mayores, como todos los sabios en los que la
creatividad, necesidad de los pueblos ha encarnado su autonomía y sabiduría colectiva.
Don Juan Chiles recogió y desarrolló la experiencia y el pensamiento de estas
sus comunidades para luego dejarla o encargarla como auténtica luz y derecho
para toda su descendencia. Por eso hoy se la recupera como rastro y senda
orientadora para quienes siguen y continúan su obra. La identidad y autonomía
de vida andino indígena de estas comarcas.
FUNDAMENTOS
Habita don Juan Chiles en el corazón de los indígenas y lucha por su
identidad cultural, por su autonomía, por sus recursos naturales. Viven en el
corazón laborioso, proactivo que ama sus raíces, su historia.
En la actualidad tolerante, pacífico, altruista, sin caer en el
paternalismo o conformismo, en el pensamiento indígena que se proyecta al mundo
conociendo nuevas culturas, sin dejar que esto lo obnubile, lo cautive, lo
conquiste en detrimento de lo propio.
Don Juan Chiles existe en el imaginario mítico de la gente del
Resguardo Indígena de Chiles y es una joya del mundo simbólico de la comunidad
de los Pastos, pues "Indio es quien vive, piensa y actúa como tal. Indio
es auel quien continúa con la esperanza por el sendero abierto que trazó don
Juan Chiles".
La misión esencial del etnoeducador es, no solo dirigir la pedagogía,
cono además, desarrollar hacia la propia historia, una actitud auténticamente
antropológica, la cual no sea sólo para aventajar la práctica de la educación
occidental, sino la propia historia.
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